
Menos mano de obra (aproximadamente el doble kg/jornada por operario).

Menos horas de maquinaria (sopladoras y aspiradoras).

Cero contacto con el suelo.

Contacto mínimo o inexistente con herbicidas.

En épocas lluviosas, contacto cero con barro y agua encharcada, consiguiendo una menor probabilidad de infección por hongos.

El montaje de la estructura y la malla se hacen en el mismo campo sin necesidad de maquinaria o herramientas costosas.

La malla se recoge al acabar la cosecha sobre la misma estructura.
Reducción del tiempo de secado, con ventilación constante 360º